¿Sabes todo lo que puede pasar en unos segundos? Bastaría con que sonrieses, con esa sonrisa tan increíble que tienes. Y yo sentiría ese calor en el corazón que sueles provocarme. Entonces, uno de los dos, no importa cual, no podría seguir resistiendo el deseo de besar al otro. Y bastaría ese instante, unos segundos, para cambiarlo todo.
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